Hoy a los chavales les hablas de los Chicles Dunkin y parece que oyen llover, pero en su momento hicieron época, por su arsenal de cromos, regalos, figuras, y demás historias que regalaban junto a su compra. Tal es así que llegaron a realizar bonitos spots televisivos, entre ellos el de mi querido e inencontrable Saltimbanqui.
2 comentarios:
Es cierto que dunkin supo venderse… daba tanto a cambio de tan poco…porque el chicle tan poco era tan grande….
gran marketing querido amigo, tú sabes mucho más que yo de este tema, eso sí, el saltimbanqui me mata y ver el spot casi me produce un ataque cardíaco... jeje
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