Me gusta fijarme en los carteles, rótulos y placas vintage que se encuentran por esos mundos de Dios, sobre todo de los de plástico de corte, con esas pìezas macizas y gruesas, de mucha calidad, muy propias de los años 50.
Precioso cartel oscense, escondido en una calle cercana al Coso.... en esta ciudad, Huesca, se pueden encontrar comercios, tiendas y rotulación muy bonita, típica de una pequeña ciudad. Materiales con mucho sabor, mucha elegancia y que guardan posos de un diseño que vuelve y se impone.
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