Buf. Vaya bandaza estos suecos. Empezar un recorrido por un nuevo grupo y encontrarte con algo así es una auténtica satisfacción. Power trío, los tres unos prodigios en sus respectivas disciplinas. El batería, Björn Fryklund, me resulta fantástico, sobrio y singular, sabe estar donde tiene que estar, apoyando a las máquinas que tiene cerca. Christer Ortefors se encarga del bajo, y tiene una misión también compleja que resuelve con una maestría de quitarse el sombrero. Mención aparte para el grandísimo Mattias IA Eklundh, una guitarra honesta, cruda, sin artificios pero que exprime con una maestría sólo al alcance de algunos, por momentos sideral. Canciones cortas, coros amables y muy melódicos que suavizan el serrucho marciano.... es un disco que entra muy bien con 12 cortes sublimes, voces y coros excelentes y, sobre todo, 6 cuerdas que suenan como si las estuvieran tocando a tu lado. Hay influencias de Steve Vai, la crudeza de la guitarra de norte, arpegios que firmaría el propio Malmsteen (pocos), distorsiones formidables y, ante todo, buenas, muy buenas canciones, en el primer de un grupo de discos que es momento de digerir como merecen. No son progresivos, no me lo parecen, son una amalgama de cosas, son ellos que no es poco.
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