"Vamos a respetarnos un poquico"
Esta frase no es mía, es de Alfredo Landa, que en paz descanse. Se la oí varias veces y el la decía como una de las herramientas más sencillas para que las cosas fueran mejor, y qué razón tenía el buen actor.
Ya me he hartado, ya está bien, no puedo más. Tengo el placer y privilegio de vivir en el centro de la ciudad, eso tiene sus cosas buenas, la cercanía y vivir el centro como "barrio" que siempre es estupendo y, por contra, pues bueno, la multitud de acontecimientos y artistas callejeros que se agolpan, pero eso lejos de ser un problema es un pálpito maravilloso, es lo que queríamos cuando aquí nos trasladamos. Entendemos que las procesiones son en Semana Santa, la buena Jota en Pilares, y que a veces sacar el coche es un problema, es muy entendible. Además están estos buenos tipos, los artistas callejeros, suelen tener un control sobre horarios, tiempos y días muy cuidadoso, además de que están controlados. Pero bueno, se escucha Beatles, jazz, pop, a los señores y señoras venidos del este, tocando piezas clásicas, o el típico clarinetista dándole a la Vida es Bella, es lo que hay, y es agradable. Incluso nos ponen un carroussel que está lleno de chavalería, pero con un sonido adecuado.... casi pasa desapercibido, es el pulso del centro.
Pero hay una moda que me tiene muy harto. Y esta moda, patana y de baja estofa, de las de cogorza y tocada de narices, son las puñeteras, y digo PUÑETERAS despedidas de soltera/o que ahora se han puesto de moda, tienen que pasar por el centro día y noche jodiendo la vida a sus habitantes.
¿En qué consiste una charanga despedida modelo "julandras"? Muy sencillo. Generalmente es un grupos de señoritas que, ataviadas de forma colorista (la finada de ridículo fantoche) y con muchas ganas de llamar la atención, alquilan a una charanga de pueblo o de peña, de las de toda la vida, y se dedican a pasear a grito pelao, cántico y desfase durante todo el santo día, generalmente desde salir de comer (15,30) hasta que les pasa por ahí. Algunas pasan varias veces (es como un flashback contínuo sin ningún sentido, me imagino hasta que ya TODO el mundo les ha visto), otras se quedan en la puerta de TU casa, a veces se llegan a cruzar 4 charangas en una esquina, todo ésto al ritmo de Paquito el Chocolatero y jazz fusión por el estilo. Nada tengo contra la gente de las charangas, se ganan unos euros, pero ojo colegas, la charanga es un tema para fiestas y días festivos, es ruidosa, molesta y nada aporta. No es respetuosa con el vecindario, despierta a los críos que duermen su siesta, no dejan descansar a las personas mayores y, a los que simplemente queremos ver una película, pues lo tenemos que hacer al son de "Si te ha pillado la vaca, jódete", clásico hit de mentes progresivas. No digo ya nada cómo te estés preparando unas oposiciones o, simplemente, leyendo un buen libro. Y, para más INRI, suele ser el sábado o el domingo, día de descanso para quien buenamente se lo haya ganado.
Se les va a acabar la historia, estoy seguro, es intolerable e irrespetuoso, ya no solo con los vecinos, sino con la gente que pasea tranquilamente viendo escaparates, tomando un helado o hablando a sus hijos.
Yo entiendo que una despedida de soltero/a, es una cosa singular e "importante" para quien así lo considere, no es mi caso. Entiendo que todos tenemos ganas de pasarlo bien y que para muchas, que no suelen funcionar así, es su día de "soltarse el pelo", no me parece mal y además, mi opinión poco importa. Eso sí, propongo que cada novio/novia, como debe de ser, realice estas charangadas tan respetuosas y llenas de matices culturales y de elevado tono poético en los portales de las casas de sus respectivos padres y madres, o mejor, de sus ancianos abuelos, que seguro que tienen a bien disfrutarlas con elegancia.
Y perdón a todos ustedes por la arenga, no es mi estilo, pero este tema lo merece.