Comer en Martino, un barcito del casco antiguo de Zaragoza, es una delicia, un viaje a los años 70 en el que vuelven muchas sensaciones. Comida casera, mantel de papel, gaseosa vino y agua, potajes caseros, filetes con patatas, flan de la casa y de fondo, como no, los grandes éxitos de la Orquesta de Paul Mauriat, vamos, todo un banquete por un poco más de 10 euros.
En estos tiempos de tontería, volver un poco a esos menús de guisantes, filete, garbanzos, huevos fritos, verdura salteada o lentejas, resulta muy estimulante a la par que difícil de encontrar, todo ello cocinado con calidad de la mano artesana de siempre.
2 comentarios:
yo iba hace 20 años todos los sábados. calle giuseppe martinez no? un abrazo. el hezzztor
Sí señor, ahí sigue.....MArtino gruñendo un poco pero es muy amable, trabajador y siempre da raciones estupendas de comida casera hecha con cariño.... un valor seguro. Abrazos Héctor
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