Tener una expereicnai excepcional a veces cuesta mucho menos de lo que uno piensa, es cuestión de que, si se presenta la oportunidad y uno está en el lugar adecuado, aprovecharla.
El Dry Bar se encuentra en el Hotel María Cristina de San Sebastián. es un lugar por el que, desde hace casi 50 años, han pasado rutilantes estrellas de cine, como Gregory Peck, Max von Sydow, Ben Gazzara, Robert Duvall, Woody Allen, FF Coppola, Paco Rabal, Julie Andrews, Michael Caine, Robert de Niro, Al Pacino, Fernán Gómez, Anthony Hopkins, Lana Turner, Catherine Denueve, Robert Mitchum, Claudette Colbert, Vittorio Gassman, Glen Ford y la inmensa Bette Davis, entre otros.
El lugar es excelente, pelín recargado como debe ser, flanqueado por soberbios salones de la vieja escuela y el excelente y evocador Café Saigón.
Bette Davis, cuando recibió a los 81 años el premio Donostia, tenía un profundo y ya terminal cáncer de mama. La actriz se cogió su avión y, tras pasar unos días en París y Biarritz, llegó y se alojó en el hotel María Cristina de San Sebastián. Este relato que detallo me lo ha contado la encargada de sala del Dry Bar del hotel. Cada día, la diva bajaba a la 13 horas a tomarse, en soledad, un whisky, en la misma mesa. Cerraban el dry bar para ella, se fumaba un pitillo en la mesa que adjunto fotografiada. En uno de esos momentos se le realizó la foto que he encontrado online, que resultó ser la última imagen de Davis. Estaba tan a gusto en la ciudad y el hotel que prorrogó su estancia, me imagino que un paseo por la Concha le resultaría bellísimo, pero empezó a complicarse su estado de salud, urgentemente fue trasladada al Hotel Americano de París, donde falleció inmediatamente. Fue su último momento de brillo rutilante delante del público, San Sebastián.
El Dry Bar tiene, en su mejor paramento, un magnífico y merecido retrato de Bette Davis, estoy convencido de que estaría encantadísima de que el bonito bar de cócteles, el hotel y la ciudad, guarden un recuerdo tan entrañable de la actriz.
Según me contaron ayer, lo grandes actores y actrices que pasan por sus habitaciones suelen ser amables, algunos más distantes y cercanos que otros, pero me pusieron en valor el cariño, la amabilidad y la sensibilidad para con todos de Johnny Depp, que visitaba y saludaba al servico en cocinas, y en la parte de atrás del establecimiento, agradecido por el trato dispensado.
4 comentarios:
Excelente relato de un lugar excepcional. Mientras lo leía, me venía a la mente la gran canción... Bette Davis' Eyes.
Un abrazo de Javier.
Un lugar muy recomendable Javier... abrazos
..hay un documental maravilloso en TCM,"el ultimo adios de Bette Davis" (2014)de Pedro González Bermudez...imperdible...
Le echaré un vistazo, gracias bro
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