Por fin, me costó, pero encontré un pedazo de rastro coreano como Dios manda. Grande, enorme, complejo y con diversas zonas y algún local que atesora lo mejor que los más humildes encuentran. Antigüedades, ropa, herramientas, tecnología loca y algún material de muchísima categoría como botellas de colección, cartelería de cine o excelentes materiales de robots y anime. Eché de menos algo de publicidad, chapas y demás, pero aquí la gente sabe más que Einstein y el novato extranjero debe ser observador y cauto y, si ve que aparece alguna joya, pasarle el test del carbono-14 porque no es oro todo lo que reluce. La Pepsi y los vinilos una maravilla.
4 comentarios:
Que chulada !!! Muchas gracias por compartir estás vivencias!!! Un abrazo desde huesca
Otro abrazo para ti Pedro.
Experimentaste el sempiterno "es antiguo" pero en coreano ?
Pues sí.... no te rías pero lo experimenté... jajajaja
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