Años dando la matraca, años. Uno de los rótulos comerciales más bonitos de la ciudad, casi acariciando los 90 años, pintado a mano, languidecía en una bocacalle de una popular barrio zaragozano. Insistí en que me llamaran, que no lo tiraran, que llegaríamos a un acuerdo. Quise ser legal y honesto, pese a sus diez años de penoso abandono, pero visto el resultado, la basura, debería de haber ido una noche con una escalera y habérmelo llevado a casa. Pero a uno lo han educado en eso de "pedir permiso" que es una soberana idiotez, si no, aquí está el resultado. Tampoco hago ningún comentario a la bonita puerta comercial con contraventanas, delicada, que estará ardiendo en algún puesto de compostaje. Somos lo que conservamos y queremos, y a esta marcha, con cuarenta locales de mierda defendidos en la cuarta ciudad de España y que alguno, como Frutos Secos el Rincón pinta en amarillo (Calle Alfonso, inadmisible en cualquier ciudad europea de medio pelo) dudo que consigan poner a nuestra otrora bonita ciudad en el pool de ciudades "visitables", más bien, "sonrojantes".
4 comentarios:
Sin decir nada mordiéndome la lengua estoy más guapo.
Desesperante ciudad, un abrazo
Pues vaya imbéciles, no habría costado nada llamar para que te lo llevaras. En fin.
No quieren líos, a saco... un abrzo
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