Gaststätte Kollectiv es uno de los restaurantitos más divertidos y emocionantes de Leipzig. Un homenaje a la antigua DDR, está decorado como si fuera una vivienda de aquella Alemania que ahora nos resulta tan lejana. También, si lo deseas, puedes tomar un rico café, la mesa donde lo disfrutas es una antigua maqueta de tren que ya es un mensaje en sí mismo.
Vajilla, mobiliario, mantelería, decoración, iluminación.... todo está seleccionado para que la experiencia sea estupenda. No pudimos comer, estaba completamente reservado, pero sí tomarnos un café y olisquear las diferentes estancias, una pena la verdad, porque los efluvios que salían desde la cocina eran bastante apetitosos.
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