jueves, 18 de agosto de 2022

DON ANTONIO, USTED TAMBIÉN ES COLECCIONISTA

Leo una entrevista a Antonio Banderas en un periódico nacional. Banderas es un tipo que me merece todo el respeto, dejando a un lado si me gustan sus trabajos o no, ha peleado muy duro, ha sabido ganarse un hueco en la jungla del cine americano y ahora ha vuelto a su tierra y está haciendo cosas muy interesantes por su ciudad Málaga, lo cual es muy loable.

Él tiene su manera de vivir, que es muy respetable, pero lanza unas frases lapidarias sobre los que viven, o vivimos de otra manera, somos coleccionistas o nos gustan los objetos. A él le gusta invertir su dinero en espectáculos, teatro, musicales (tiene abundante cash) y es maravilloso, pero no tiene la llave de la verdad sobre cómo uno debe vivir su vida, y no comparto en absoluto su crítica a los coleccionistas, su verdad es suya, no la de todos. Aunque creo que, en esencia, él también es un coleccionista, pero eso lo dejo para mi último párrafo.

Leí hace tiempo un fenomenal artículo en La Vanguardia, firmado por Eva Millet titulado "La mente del coleccionista", muy atinado en mi opinión, muy interesante. El antetítulo del reportaje rezaba:

"Coleccionar es un instinto humano básico y muy antiguo, propio de personas organizadas, cuidadosas y un punto obsesivas. Ya sea de sellos o de lámparas, de cuadros, abanicos o de electrodomésticos, una colección puede convertirse en una pasión de por vida, con todo lo que ello implica".

Y aquí radica gran parte de mi reflexión. No hay verdad sobre cómo vivir, pero lo importante es vivir con UNA PASIÓN. Para Banderas es hacer teatro, funciones, películas, para otra persona puede ser coleccionar objetos de Coca Cola. Señor Banderas, con todo el cariño, sus pasiones no son las de todos, y no son las verdaderas, son las suyas. Si todos tuviéramos las mismas pasiones vaya rollo, abra su mente a los colecionistas.

Una colección, o coleccionar (que no acaparar, son cosas distintas) es un impulso que proporciona enorme satisfacción. El proceso de búsqueda es apasionante, el relato que guarda cada objeto otro universo fascinante en sí mismo. El orden, el completismo o el purismo ya son variantes que cada cual modula a su gusto, pero qué divertido es vivirlo.

Muy interesantes estas reflexiones del psicólogo Ricard Cayuela que se pueden leer en dicho artículo: "La búsqueda de una afición, distracción o un hobby, que acaba en una decisión de dedicarse al coleccionismo está sin duda muy ligada a aspectos de personalidad. Los coleccionistas son ordenados y cuidadosos y se da también cierta posición obsesiva, que puede ser exacerbada sin caer en la patología y que está directamente relacionada con lo que se colecciona. Existe, además, una vinculación psicológica con el objeto coleccionado".

Sigue Rayuela con su explicación sobre los beneficios del coleccionismo: "Produce relajación y la satisfacción anímica de conseguir cosas, además de la contemplación de algo que para el coleccionista resulta bello o precioso. También facilita el orden, el deseo de cuidar los objetos y de valorarlos. También es un modo de gestionar la frustración, ya que hay que tener paciencia, no se puede lograr todo ya." Charles Darwin, comentan en el artículo, fue un ávido coleccionista y, en parte gracias a su nutrida colección de especies pudo acuñar su teoría de la evolución. David Attenborough, otro célebre naturalista inglés, aprendió taxonomía coleccionando fósiles de niño: "En la infancia se es coleccionista por naturaleza: coleccionar e identificar es un instinto básico, algo enraizado en todos nosotros".

Añade el artículo detalles del ensayo de Jean Baudrillard EL SISTEMA DE LOS OBJETOS donde se reflexiona sobre el carácter inacabable de las colecciones, según él esa falta de un objeto juega un papel esencial porque es una forma de seguir en ese mundo donde el coleccionista se siente bien, esta búsqueda constante sería, incluso, una manera de conjurar la muerte: "La presencia del objeto final significaría la muerte del sujeto", al contemplar la colección terminada el coleccionista dejaría de estar vivo y apasionado.

También es muy interesante un matiz que explica Rayuela, acumular no es coleccionar. El coleccionista es ordenado y cuidadoso, pero la acumulación acrecentada y desordenada sin sentido de los que se colecciona es una psicopatología, el Síndrome de Diógenes. 

En definitiva, coleccionar es una pasión, para personas cuidadosas, sensibles, ordenadas, vivas, que aman y se informan de la cultura de los objetos, los conocimientos o las experiencias.

En mi humilde y atrevida opinión, Antonio Banderas es un coleccionista, de experiencias, de obras de teatro, de escenarios, de papeles, de guiones, de proyectos, es la pasión que le mantiene vivo y en la que sigue en su búsqueda diaria. Quiere aumentar su colección cada día aunque no quiera reconocerlo. Coleccionar sirve para mucho, es una forma de vivir con pasión  parte de este pequeño trozo de historia que nos toca.


 

2 comentarios:

Langsdorff dijo...

Yo tengo guardado el artículo de Reverte correspondiente, me parece también muy acertado.

https://www.zendalibros.com/coleccionar-felicidad/

Antonio Saz dijo...

Totalmente, lo llevo en el móvil. Abrazos

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