Según reza el Heraldo en su sección de blogs de hoy:
"Fíjense en el sarao que hay programado para mañana en el Caixafórum de Barcelona: Richard Price, novelista y guionista de The Wire, charla con Rodrigo Fresán en el ciclo Narrar en la era de la imagen.
De acuerdo, tampoco es un concierto de Michael Jackson resucitado ni una coda al episodio final de Médico de familia. La cosa no agitará a las masas, la policía no tendrá que desviar el tráfico en las calles adyacentes al Caixafórum, pero para los cuatro idiotas que perdemos el tiempo leyendo y estando al tanto de lo que se cuece en el mundo juntaletril es una cita bien interesante. Qué envidia y qué pena: Zaragoza esté muy lejos (pero que muy lejos) de programar actos así.
Pero, ¿qué me dicen? ¿Que no han visto todavía The Wire? No me extraña, porque en España solo se ha emitido en cadenas de pago y a deshoras. Y, a pesar de ello, sus fans por estos lares somos unos cuantos. Internet y el boca a boca funcionan, aunque los programadores de las cadenas nos lo pongan cada día más difícil. Pero si no la han visto, dejen de leer esto, no pierdan más el tiempo y háganse con ella (las cuatro primeras temporadas están en DVD). Es puro Shakespeare. Es un friso negro negrísimo e hiperrealista de la basura que está más a la vista de la sociedad en que vivimos. Probablemente, nada que no sepamos, pero que no por ello da menos miedo.
En Estados Unidos se armó un revuelo cuando Obama dijo que su personaje favorito de esta serie era Omar Little. Coincido plenamente con el presidente norteamericano: ese reverso tenebroso de Robin Hood, con hondas preocupaciones morales y gatillo fácil, es una de las mejores cosas que le han pasado a la pequeña pantalla y a las artes narrativas en general. Cuando lo vean sabrán de qué hablo.
Por cierto, que Richard Price presenta también la edición en España de su última novela, La vida fácil (Mondadori), una historia de crímenes en el Lower East Side de Manhattan. No se molesten, que por Zaragoza no va a pasar."
Pues eso....
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