Estos días que uno anda en el dique seco cual viejo petrolero malayo, recibe muchas y deliciosas aportaciones de los amigos que saben lo que a uno le mola. Fantástico rato el de ayer viendo Viaje Alucinante, aquella disparatada locura leucocitaria de 1966 dirigida por Richard Fleischer con una jovencísima y ceñida Raquel Welch. En su momento fue una peli muy valorada, con el tiempo queda en buena posición, con unos efectos dignísimos y bellos, algo naifs. Mención aparte a la nave, que siempre me pareció una canoa de playa.... o a ese láser de cartón piedra. Pero, de todas todas, siempre es un placer rever delicias como ésta. Gracias A.S.
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