Pepe Sacristán y el teatro dentro del teatro

Una gozada poder disfrutar del maestro y punto. Ayer, en un teatro abarrotado, pudimos asistir a la representación de "Yo soy Don Quijote", con Pepe Sacristán haciendo de Alonso Quijano, un excelente Fernando Soto de Sancho Panza, y un nuevo personaje "bisagra", Sanchica, interpretado por la solvente Almudena Ramos. A ellos tres les acompaña el violonchelista José Luis López que aporta un plus muy interesante, como "banda sonora emocional" a lo largo de la representación. Es un placer, poder ver a un actor como Pepe en este grado de plenitud, y con un texto pleno de líneas morales y diálogos soberbios y momentos estelares. Cada frase es un mundo, y cada mundo requiere un esfuerzo, y Cervantes machaca sin contemplaciones las argumentaciones morales de los tiempos que vivimos. Delicioso ver al actor de siempre, estelar de Quijote, impresionante cuando hace de actor dentro del actor. Pocos quedan ya que emocionen, pocos de ese clan de los Rabal, Fernán Gómez, Landa, Aleixandre, López Vázquez, que, por su talento, han permanecido durante décadas en el cine y el teatro de este país, estuviera quien estuviera jodiéndonos la vida. Formidable Pepe Sacristán. No soy experto y poco se de teatro, pero se cuando salgo de un espectáculo satisfecho y emocionado.