Ayer salió a la luz, hablando con unos queridos amigos, el símbolo de Kih-Oskh.
Este símbolo es la marca de la Hermandad de Kih-Oskh, un grupo de delincuentes organizados especializados en el tráfico de estupefacientes camuflados detrás de una compañía de tabaco denominada "Flor Fina" y dirigida secretamente por el archivillano Roberto Rastapopoulos. Son responsables del tráfico de opio en la zona de Egipto, Arabia Saudí, India y China, todo ésto, claro está, dentro del los tebeos de Tintín.
El universo creado por Hergé siempre ha sido completo, cuidadoso y trabajado con excelente acierto. Meticuloso hasta el extremo, riguroso y creativo, como es el caso de esta fantástica hermandad. "Los cigarros del faraón", cómic de Tintin donde aparece todo esta trama, es uno de los primeros que tuve en mis manos y me dejó enormemente impresionado. La trama. el guión, el exotismo, la magnífica historia, las vacaciones de Tintín rumbo a Shangai, los personajes maravillosoos como el Profesor Filemón Ciclón, Rastapopoulos, el fakir, el Maharajá de Gaipajama y los desastrosos Hernández y Fernández.
Además de todo este enorme y fantástico conjunto de grandezas, Hergé diseñó un símbolo que siempre me ha parecido formidable, en su simplicidad, limpieza reconocimiento y desasosegante simbología. El símbolo de Kih-Oskh. ¿Qué significará? ¿Por qué dos puntos? ¿Caricatura de Tintín?... es mejor que quede en el misterio.
Si alguno NO habéis disfrutado las aventuras de Tintín os recomiendo fervientemente su cuidadosa y sosegada lectura, con la mirada y con el respeto de un trabajo que, a veces, traslada ciertas incorrecciones propias de su tiempo.... pero acaso no ocurre lo mismo en el 100% de los tebeos?, son hijos de su momento. Desde el primer número.... paso a paso, viendo la evolución del personaje, su complicación... cómo se van añadiendo secundarios formidables, como los objetos se tornan icónicos y los símbolos referentes... el meticuloso trabajo de vehículos y arquitectura, el humor magnífico de los clowns del reparto, Haddock, Hdez. y Fdez, el propio Milú.
Para mi Tintín es el héroe por antonomasia de la historia del cómic y, si a un niño le tengo que recomendar que se inicie en un universo de viñetas, no dudaré en aconsejarle, en primer lugar al periodista del mechón.