Siempre me había resistido a ver esta película por alguna razón que desconozco. Frank Langella como Drácula es un casting arriesgado, más con ese pelo vaporoso propio de un sexsymbol de las pistas de baile, pero estamos en 1979. Y eso que la música de esta peli es de John Williams y la presencia de Sir Laurence Olivier, Donald Pleasence y Kate Nelligan invitan al visionado. La verdad es que el filme tiene un buen presupuesto, los efectos están muy bien conseguidos y la cinta se deja ver con bastante calidad. El guión mantiene un ritmo muy bueno, pese a la extraña e incoherente presencia de Langella que está ajustado y profesional, pero es que el físico no acompaña y jamás veo un vampiro en el enorme actor. (fue seleccionado por estar haciendo el papel de Drácula en Beoadway). La peli está basada en la novela teatral, no el texto de Stoker, y es una de las mejores versiones que he visto en cine del vampiro, pese a todo. Tiene un conjunto de escenas con sombras y luces rojas muy a lo 007 fantásticas. Una buena versión del vampiro, con sus grandes pegas y sus también enormes virtudes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario