El relato corto me apasiona y quizás sea Antón Chejov una de las primeras figuras literarias de la historia. Su realismo, en una Rusia demoledora, cala profundamente. Sus descripciones de los personajes y sus caracteres estimulan al más torpe, como servidor.
Pero hay un personaje, el Doctor Andrei Yefumych que me resulta especialmente fascinante, su historia, conmovedora, una gran obra maestra del relato corto.
Me quedo con muchas cosas del psiquiatra, pero hay una frase soberana en su simpleza:
"Si se dedicara a pensar más a menudo, comprendería qué nimio es todo lo externo que nos turba el ánimo. Hay que aspirar a comprender la vida, y aquí está la auténtica felicidad".
Chejov vivió poco, 44 años, la tuberculosis acabó con él.... no quiero pensar lo que podría haber sido la obra literaria de este escritor con un largo recorrido.
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