Este era nuestro destino, quizás un espacio más auténtico que el poblado centro de Reus. En la antigua embotelladora de Vermuts Rofes han sabido, con cariño, respeto al patrimonio y a la historia y muy buen gusto, rehabilitar una vieja planta y convertirla en un lugar delicioso, donde se suelen celebrar eventos. Pero, además del espacioso lugar, nos encontramos con un precioso restaurante que homenajea a la Marca Rofes, sus fundadores y su forma de hacer las cosas, donde se puede degustar excelente vermut y comer de maravilla a un precio adecuado. La cuarta generación de la familia Rofes te atiende con amabilidad, responde a las curiosidades del visitante y te muestra la bonita botella que mantiene el mismo diseño que en sus principios, además comercializan unos preciosos sifones. Silencio, techos de 6 metros, mobiliario cuidado, música agradable... todo un homenaje al tejido industrial de la vieja Reus.... en Zaragoza, estas cosas, las derribamos.... menos mal que siempre nos quedará el espacio Ambar de la Zaragozana.
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