"Tengo una burra en Tafalla, tengo una burra fetén....", ésta fue la coña que se llevaron Don Tony Carmona y Javier Gurruchaga ayer noche en concierto, poco más se puede añadir.
Hacía, que yo recuerde, 10 años, que la Orquesta Mondragón no aterrizaba por Zaragoza. Había visto a la banda en Cariñena y Huesca en este tiempo, formidables conciertos, y asistido a teatro de Javier Gurruchaga, pero lo dicho, un decenio sin orquesta de manicomio en esta ciudad suena un sinsentido. Sala llena como nunca, algo es algo. Por cierto, gracias Tomás (sala López) por tu amabilidad y tu buen gusto trayendo este show.
Porque Javier Gurruchaga, ladies and gentlemen, en mi humilde opinión, es un lujo de artista y uno de los mejores frontman de escenario que tenemos en la piel de toro, sin discusión. Tiene buen gusto y es un gran artista, y los grandes artistas se saben rodear de los mejores, con gente como Aute o Sabina haciendo letras, y músicos como Tony Carmona a la guitarra, un seguro de vida, el maestro Basilio a los teclados (Antonio Vega), un referente para muchos, al batería de Amaral, a un excelente saxo y un honesto bajista.... ah, y Popocho haciendo de las suyas.
Ayer sacaron un repertorio que mezcla títulos maravillosos, como Garras Humanas, Ponte peluca, Bon Voyage, Lola, con un repertorio de temas que el de Donosti adora y en los que se siente a gusto, de Elvis, Lennon, BB King, Beatles, y que domina con exquisitez.
Supieron acomodar a una banda que necesita territorio a un espacio mínimo como el de la Sala López, supieron llevarse a la audiencia a su jungla, con honestidad, sudor, veteranía, tablas y lo de siempre, una enorme calidad.
Hablamos de la Orquesta Mondragón, un referente olvidado, un pilar básico de la cultura de escenario española, hoy tristemente lejos de la televisión, el éxito y las primeras páginas... o felizmente?
Popocho sigue haciendo de las suyas y aportando ese tono circense y divertido que tan bien conjunta con el maestro de pista, Gurruchaga ronda los 60, pero canta de manera impecable, selecciona canciones de peso, llega a la audiencia sin esfuerzo y tiene su colección de guiños que me resultan familiares y excelentes.
Tras el gran show, momento camerino con los payasos (y digo payasos en el sentido más elevado de la palabra, el del artista, el del artesano) quitándose el maquillaje, sudorosos y agotados, atendiendo con familiaridad, hablando de forma cariñosa, cansados tras mil años de escenario, haciendo un bucle con el tiempo, un rato que jamás olvidaré. Mientras el guaperas Carmona se iba a disfrutar de la noche, los viejos clowns seguían atendiendo fans uno tras otro, firmando discos, repartiendo sonrisas y allí se quedaron, me imagino que no tardarían en decir, bon voyage. Son gente anclada en una manera de hacer las cosas que ya no se lleva.... el maquillaje, el esfuerzo, las buenas canciones, la sensibilidad de los hits, el significado de los temas seleccionados, la calidad del sonido.... algo que en estos tiempos de dj´s, youtubers, redes sociales y mierda de lata, resulta un auténtico oasis para los sentidos.
Javier Gurruchaga, la Orquesta Mondragón, Popocho, un lujo en la mano, un concierto excepcional e inolvidable.
Fotografía: Arturo Saz
2 comentarios:
Echo de menos una foto de ti con Gurruchaga... no cayó?? ;)
Si.... pero me la quedo para mi, fueron amables y fue un encuentro personal y muy amigable.... la dejo para mi. Un abrazo
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