Pocas horas en Grand Cayman nunca pueden ser justas con la isla y el lugar. La zona turística tiene poco encanto, está copada con esa extraña y patética obsesión de las franquicias norteamericanas de barrer para casa todo lo cercano a los puertos, y los habitantes de USA, muy conformistas en su gran mayoría, prefieren quedarse en su fast food conocido que adentrarse mínimamente en territorios locales, más baratos, más interesantes, más divertidos. Cogimos un taxi para ir a la Seven Miles Beach, dicen que una de las mejores playas del Caribe, y cierto que lo es. Pocas veces se pueden admirar fondos marinos de tan magnífica transparencia y arenas tan finas.... un mar poco salino, excelente, un lugar inolvidable.
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