A veces, rebuscando con meticulosidad, uno encuentra, mezclando el azar, el olfato y pelín de suerte, cositas de esas que resultan exquisitas e inolvidables.
En una carpeta antigua titulada "Documentos Herminia", entre los que había un carné de la Escuela de Artes y Oficios y abundante correspondencia, han aparecido estas siete ilustraciones, hechas con primor por alguien desconocido vinculado a dicha señora.
Entre los dibujantes con cierto caché, como el propio José Escobar (Zipi y Zape) y, porque no, también entre aficionados con mano, era habitual felicitar las pascuas con postales hechas a mano con dibujos creativos, bonitos y alegóricos. Dentro de la carpeta de Herminia aparecieron siete ilustraciones a mano hechas sobre los años 40-50 (es el estilo clásico de línea clara y tebeo de entonces) con una clase formidable.
Hay mucha calidad en el dibujo, dentro de sus sencillez, y mucha originalidad en esas figuras. Se nota una influencia de Hergé, sobre todo en ese solitario pastorcillo, y del TBO y publicaciones infantiles de finales de los 40. El trazo de linea clara es de una pulcritud envidiable, la aplicación del color, en algunas sólo parcial, me ha hecho mirarlos casi con lupa pensando que eran impresiones, pero no. Delicioso ese niño Jesús admirando la peonza del baturro orgulloso, excelentes esos pastores músicos, evocador el pastorcillo mirando al infinito, digno de El Principito.
En fin, por estas cosas merece la pena pasarse por el rastro los domingos.
2 comentarios:
impresionante!
Una delicia
Publicar un comentario