El viejo Chaparral por fin ha recuperado su alerón. Este veterano coche de Scalextric se caracteriza por el gran peso de su parte posterior, lo que le otorga unos derrapes muy divertidos. No era el más rápido, tampoco el más seguro, algo torpón y pesado.... pero enorme en las curvas. La livianidad del alerón hacía que, tras unas cuantas jornadas de juego y unos cuantos trompos, acabase en la basura de cualquier casa de la época perdiéndose para siempre, es difícil tenerlos con la pieza original. Un nuevo alerón comprado en Madrid, con calcas nuevas, hace que el anciano cascarrabias luzca en plenitud.
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