Cuando te cierran el kiosco de toda la vida, algo pasa en tu estómago, es como una sensación de vacío. Los kioscos más interesantes siempre han estado al lado de los colegios, como tocaba.... tener al lado de clase un lugar para comprar cromos y unos recreativos para jugar a Asteroides era obligatorio, y sano, je.
En Agustinos en Zaragoza disponíamos de un par de recreativos, Yoda eran los mejores sin duda.... y de dos o tres papelerías/kiosco en las que comprabas un boli, cromos, tabas, pipas o pelotas saltimbanqui.... además del tebeo Marvel que tocara o el Mortadelo. Papelería Las Torres, en la Plaza Albert Schweitzer era, quizás, las más querida. Sus propietarios eran gente amable y cercana (hace poco saludé a uno de ellos). El nacimiento de tiendas de chuches como setas y la revolución digital ha terminado con el kiosco clásico.... para qué ir a un recreativo? para qué comprar un tebeo? para qué comprar un lápiz o una regla en condiciones?.... nuevos tiempos, ni mejores ni peores, simplemente distintos.
Un recuerdo entrañable a Papelería Las Torres y a las Pipas Tostaval de a peseta, con cromo prodigioso, que bien compraba a diario.
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