Siempre es un placer volver a mi querido rastro de Madrid, uno de los mejores del mundo sin duda. Más ordenado, menos caótico, con menos improvisación y más control, pero sigue siendo uno de los mejores del planeta. Un ser orgánico, que muere, renace, se amputa, se regenera pero que siempre interesa. Un placer compartir con un muy querido amigo paseo y visión, como hicimos hace decenios, siempre es más divertido e interesante. Un placer también saludar a Rafa, un clásico del rastro, amigo y erudito en casi todo lo que vende, todo un fenómeno de este mundo de pícaros, mercaderes y apasionados coleccionistas. Madrid siempre es Madrid, y su rastro, caluroso, intenso, anárquico, agotador, es de lo mejor que te puedes encontrar allá donde vayas.
2 comentarios:
rafa esté en la escala de personajes rastriles a la altura del desgraciadamente desaparecido Valero....los conocemos de all life....maravillosos
Sí, Rafa es de los buenos. Por cierto, le conté lo de VAlero, no lo sabía, y le impactó. Valero era todo un personaje que llegó a tener 5 jugueterías en Barcelona y que supo mantener llena la cueva de Alí Babá. PErsonas y personajes únicos que te encuentras en el camino. Abrazos bro.
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