Estos últimos tebeos de Mortadelo y Filemón, la verdad, es que no van a pasar a la historia de Ibáñez ni de los personajes, se compran y leen con cariño, pero lejos queda lo mejor y lejísimos los 70.
Historia larga número 195, que consiste en una continua carrera, sin sentido, creatividad ni coherencia, de ciudad en ciudad del planeta, de monumento en monumento, pero sin apenas personajes divertidos, anécdotas o un slapstick digno. Tampoco me gusta el entintado de Joan Espinach, sinceramente, Juan Manuel Muñoz está a años luz, pero bueno, son los últimos coletazos del dragón. Un número solo para coleccionistas y enamorados de la serie, a estas alturas del camino hay que seguir hasta la meta.
Ya lo dice Filemón en una de las viñetas, le tienen frito las caminatas.
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