Zaragoza, mi querida ciudad, tiene un curriculum destructivo digno de ser glosado en los libros, es un hecho. Calles arrasadas completas, murallas medievales voladas con dinamita, edificios modernistas, renacentistas, barrocos, art decó, fabriles, comercios, destruidos por la dejadez y el dinero, sobre todo el dinero.
Hoy leo en Heraldo sobre, quizás, la más sonora locura patrimonial de la ciudad, el derribo hace 130 años de la Torre Nueva, un símbolo de la urbe, un edificio excepcional. Y me pregunto yo, ¿se podría construir una Nueva Torre Nueva?. Existen planos y abundante documentación, sería un buen mensaje sobre el renacimiento de una ciudad pujante, moderna y valiosa que merecería, con una acción así, reconciliarse un poco con su triste actuación en los últimos 150 años.
Imagen: Joaquín Ruiz Vernacci, Heraldo de Aragón
2 comentarios:
Yo, la verdad prefieron que no lo hagan, a saber el adefesio que pondrían ahí. Ya hemos tenido suficiente con cientos de millones dilapidados en la Expo, de la que muchos aún hablan orgullosos. Sus nietos la pagarán.
Pues a mi me encantaría..... abrazos
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