Hace la friolera de 15 años visité Rusia (eran tiempos distintos) y me encontré en la calle a Garri Kasparov, en San Petesburgo. Entonces ya estaba retirado del ajedrez y había intentado presentarse a las elecciones presidenciales, obviamente el "sistema" le cortó el paso. Le saludé respetuosamente en la calle (es uno de los grandes mitos del ajedrez con Karpov), estuvo muy amable, iba bien protegido. Verlo hoy señalado como terrorista me hace reflexionar sobre el fino hilo que hay en Rusia entre la vida y la muerte, entre el lado de la luz o el lado oscuro. Está claro que, si en algún momento, existe alguna posibilidad de que hagas sombra o intentes acceder al círculo de poder que le haga sombra al gran gángster, el sistema mafioso de Putin te etiquetará o eliminará a través de cualquiera de sus procedimientos habituales.
3 comentarios:
Afortunado por coincidir con un personaje doblemente histórico. Busca el podcast "la vida en jaque" y escucha el episodio 6.
El anónimo de antes soy yo, no sé cómo lo he hecho. Un abrazo
Cuando lo saludé estaba vestido de ejecutivo, parecía un ministro, llevaba abundante séquito de seguridad... yo creo eran los últimos coletazos de sus ambiciones políticas.... ahora se ha convertido en un terrorista, jeje. Abrazos Jesús y gracias
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