Una pena la verdad, un fin de semana más. Yo creo que se está aburguesando demasiado el mercadillo dominical de San Bruno, tal es así que, si el hombre del tiempo avisa lluvias (lluvias que no se han producido) el 70% de los puestos no aparecen. Bajo mínimos y muy poco interesante. El típico resorte de "¡50€!" de algún vendedor, sea una chapa, un chicle o un palillero. Lo más interesantes esos electrodomésticos de Rico de metal y plástico en caja, piezas no baratas en su momento, sólo al alcance de familias pudientes que podían comprarse los electrodomésticos infantiles de esta manera, je. El precio infame, digno de un salón coleccionista bávaro. Veinte minutos y a casa.
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