Hay pequeños juguetes que te marcan especialmente. Recuerdo perfectamente estar en casa de mis primos y caer fascinado antes este viejo Alfa Romeo de Politoys. Su detalle y, sobre todo, la dirección jugable, toda una maravilla para un cochecito 1/43, me fascinaban.
Es una de las piezas más queridas de mi colección. Hubo tres objetos que nunca tuve de chaval, sí de adulto, que me resultaron insuperables. Este cochecito, el coche de Tío Gilito de Politoys (también italiano) con chófer y Gil Pato en la cabina y, por supuesto, las fabulosas Eagles de Espacio 1999 de Dinky. Los dos primeros los tenían mis primos en sus estantería de joyas, el águila la atesoraba (por no decir que la tenía destrozada) un amigo en un cubo de esos de detergente que se utilizaban para juguetes... seguramente acabaría en la basura.
Gracias a Dios tengo en estos momentos los hangares bien repletos de Eagles, quizás unas de las naves espaciales más bonitas jamás diseñadas, de la mano de Gerry Anderson.
Esos extraños trozos de plástico que se ven en el asiento del pasajero son trozos de pulpo Madelman, no se qué hacen ahí. En la foto de la parte inferior puede admirarse el sistema de dirección.
2 comentarios:
Parecen las piernas amputadas del copiloto tras grave accidente, ja.
Jajaja, cierto
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