Los americanos son los reyes de hacer entretenimiento de cualquier cosa, y con Marie Laveau en New Orleans tiene un buen filoncete. Sus restos descansan en el cementerio Nº1 de la ciudad, el de St.Louis, no muy lejos del centro. Sólo puedes entrar tras pago de soberano ticket y con guía.... un pobre señor que tiene que sobrevivir a varios miles de grados de temperatura y sin protección. De hecho han habilitado algunos espacios con aspersores de agua y entoldado, en verano las temperaturas son insufribles.
Dicho lo cual, un espacio de finales del XVIII, no especialmente atractivo, con algunos elementos chocantes como esa pirámide propiedad del actor Nicolas Cage (un personaje en sí mismo que invirtió en este tema por una cuestión fiscal). Pero destaca el espacio dedicado a Laveau, no por su belleza, sino por esas cruces anónimas en esa tumba y otra de sus herederos, marcas realizadas como si de un vampiro se tratara, una especie de protección ante su espíritu.
Marie Laveau fue una criolla residente en la ciudad en pleno momento de propiedad española. De origen haitiano, católica pero practicante del woodoo. Ejerció sus poderes hasta entrado el siglo XIX, murió joven, aunque se cree, con cierta confusión, que otra mujer (pudo ser su hermana) siguió con sus historias hasta los 81 años. En el cementerio varios espacios en relación con estas mujeres se marcan con triples x de color negro.
Su casa se encuentra en el Frenche Quarter de la ciudad.
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