HASTA SIEMPRE MEMPHIS, UNA CIUDAD COMPLEJA Y LLENA DE VERDAD

Bueno, nos despedimos del viejo Memphis, del vacío, decadente y algo empobrecido territorio de Elvis. Vivió tiempos mejores, no tengo dudas, y la ciudad languidece pese a tener ese enganche formidable de la mano de BB King, el tupé de El Rey o el legado de Stax Studios o Sun Records, pero hay que reconocer que la ciudad mantiene la respiración de forma asistida. Su iglesia quemada y en ruinas, sus rascacielos de los años 30 tapiados (muy bonitos por cierto) no mienten,

Calles vacías, viejos blues man en los bares, controles policiales severos los fines de semana. Un lugar para mayores de 18 años, para viajeros avezados o que no valoran las cosas por el número de iglesias o museos a los que hacer check. Gentes excelentes, cariñosas y acogedoras, humildes y, en caso de ser inmigrantes del centro y el sur de América, llenas de preocupación y prudencia ante la situación que tienen sobre la mesa de la mano del gángster que tiene el país como presidente.

Nos contaron de redadas en clubes, detenciones masivas de decenas incluso cientos de personas, un poquito de ahí viene ese silencio urbano y esas calles que trasladan tristeza. Uno de los lugares que guardaré en mi corazón de los States, nada de pastiche, nada de papel couché, verdad desnuda.

Cogemos el viejo Amtrak y un revisor que se cree un general de división nos grita como si estuviéramos en el oeste americano.... es la paradoja de este gran país, desorden, desequilibrio e imperfección.