Me acuerdo que hace unos 10 años me regalaron una postal firmada de un chaval que empezaba en el Barça de élite y que provenía de las categorías inferiores. Ni era alto, ni fuerte, ni ruidoso ni especialmente mediático. Hoy en día, para mí, simboliza lo que ha de ser un futbolista. Elegante, inteligente, generoso, humilde y listo en sus declaraciones (nunca polemiza), aún más, es divertido con los periodistas, con una clase excepcional y una visión de juego fuera de lo común. Siempre serio en el campo, trabajador, no simula lesiones ni mete patadas, bastante tiene con dar pases de ultracalidad y no perder jamás el balón. Socio y prolongación de Pep Guardiola en el campo (otro inteligente personaje) se ha convertido, por méritos propios, con su inteligencia y calidad, en el mejor jugador europeo. Xavi, ejemplo de futbolista.
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