Me acuerdo hace muchísimos años cuando Chino me pasó una cinta estupenda de un disco de un tal Michael Jackson, bastante desconocido en España... el disco era Off the wall, tendríamos 13 años y tenía increíbles canciones, que talento. Luego vino lo que vino. Ahora Michael, aparte del tema de la subasta de su bienes y su posible bancarrota se enfrenta a un tema terrible, una grave infección se come su carne. Parece ser que ha contraído una bacteria resistente a los antibióticos en una de sus operaciones reconstructivas, Por lo visto, el cantante de 50 años fue fotografíado con la piel de rostro y manos muy inflamada al acudir a la clínica donde le tratan. Comentan que está recibiendo antibióticos vía intravenosa, ya que podría tenerla extendida por todo el cuerpo y existe la posibilidad que se transforme en un desorden carnívoro que empiece a matar la piel. De no ponerse solución en breve esta movida podría obligar a Michael a realizarse varias cirugías reconstructivas en todo el cuerpo. Él siempre ha reconocido que sufre vitiligo, la afección que afecta a la pigmentación de su piel. Poor Mike, dónde quedó Billy Jean con Van Halen?.
2 comentarios:
Pos que le voy a decir... A servidora nunca le gustó. Me pusieron verde cuando salió Thriller, me vinieron con él y les bufé en la cara. Le reconozco el puntillo a Blame on the boogie, pero vaya... Ya sabe que así como discutía con usted y su saga sobre kiss, con nuestro comun compadre Choche discutia sobre Earth Wind & Fire y la música disco/funk. Ahora me hacen gracia por la capacidad evocadora de la musica que nos lleva a otras epocas mas despreocupadas y ya lejanas, pero vaya... Igual le digo una herejia, pero cuando vi a Eddie tocando con éste "blanquecino" sentí algo parecido a cuando ví a Slash tocando con Paulina Rubio. La pregunta que me asalta es la misma: ¿De verdad les hacía falta ésto? ¿Por qué cojones lo hacen? He de reconocer que los dedos de Eddie dignifican un pelín el Billie Jean, pero lo del otro... jodopetaca.
Ah!
Que me se ha pasau.
Le he dejado un comentario a propósito de mi venerado y nunca suficientemente alabado Gene Kelly.
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