Viaje al país de los Amish

Uno de los objetivos de este viaje era conocer la zona y la comunidad Amish. Ubicada en el Estado de Pennsylvania, la Comunidad Amish es una rama ultraconservadora proveniente de emigrantes suizos. Cerca de la ciudad de Lancaster nos encontramos dentro del Lancaster County y ahí, entre varias carreteras deliciosas, podemos ver decenas y decenas de granjas explotadas por estas personas. Es prácticamente imposible tener contacto con ellos, lo rehúyen, prohiben cualquier tipo de fotografía y todas las acciones "turísticas" que puedes hacer, alquilar un carromato o ir a un restaurante no son con Amish, son con personas vestidas de Amish, que con su permiso, explotan el negocio. Si deseas comer en un lugar así tienes que llamar a un teléfono que no te cogen, dejas un mensaje en un contestador y, si lo creen oportuno, te llaman accediendo a la reserva. Nos alojamos en un bed & breakfast apartadísimo y fantástico regentado por Ruth & Don, que nos hicieron hasta rezar en el desayuno. Sociedad muy muy muy conservadora, ultra religiosa, muy mirados y poco viajados. Casas perfectas, prados niquelados, flores inmejorables, todo ello dentro de un mundo de perfección que se antoja forzado, disciplinado y de muchos sacrificios, no es oro todo lo que reluce. Dento de las granjas, y en algún mercado, se pueden encontrar tiendas Amish, algunas de ellas espartanas hasta el máximo, como el supermercado Zimmerman, sacado de los años 30. Por lo demás se dedican a vender una especie de edredoncillos, decoración (ufff), alimentación, dulces, tartas y comida austera hecha en la propia granja, casitas para pájaros (bestial), tejidos y cosas sencillas. Van ataviados con ropa idéntica, las mujeres con el gorro característico, los hombres con traje azul oscuro o negro, corte de pelo tipo Cristóbal Colón y barba divertida. No tuilizan coches, todos van en un carrillos tirados por caballos la mar de chulos que corren que se las pelan.