Adoro a Terence Hill y a Bud Spencer, qué le vamos a hacer, son como las películas de Bruce Lee, malas, pero únicas. En ¨Le seguían llamando Trinidad¨, la cual ha sido visionada esta mañana entre risas de escándalo hay una escena brutal, tremenda.... Terence Hill, rápido cual lagartija, abofetea y amenaza a velocidad del rayo al malo de turno, mientras un displiciente Bud lo mira como diciendo "venga, acaba ya". Esta peli tiene momentos memorables, como la comida en el restaurante selecto del pueblo y otras muchas. Están en plenitud física y bestial el dúo imparable.
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