Hay una cosa en la ciudad que resulta chocante, entre otras. Proliferan una serie de nuevas "iglesias" que han copado locales como viejos cines, salones, antiguos grandes almacenes, todas ellas en el centro de la ciudad. Destacan por sus extraños nombres, todos ellos orientados hacia un marketing de "confort espiritual" que da que pensar, algunos ejemplos.
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