Ayer estuve visitando las obras de desmonte de los arcos de ladrillo y alabastro que protegen la imagen de César Augusto (Donada por Benito Mussolini según me contó mi amigo Dani) y que, no se si lo saben ustedes, pretenden evocar la antigua Puerta de Toledo situada en el siglo XIX en ese espacio y que fue estúpidamente demolida sobre 1848. En la web del Ayuntamiento local se pude leer: " La puerta de Toledo, abierta en el muro romano en el costado
occidental, conservó desde época romana hasta 1848, en que se derribó,
los dos torreones de piedra que la flanqueaban. Allí estuvieron la
cárcel Real y la de la Manifestación desde 1440. Junto a la puerta se
trasladó en 1210 por orden del rey Pedro II, el almudí o mercado del
grano. A lo largo del siglo XIII, se forjó, frente a dicha puerta, el
barrio de San Blas o de San Pablo.". La verdad es que esta construcción a nadie gusta ni gustó, como a nadie gustas el "falso pórtico evocador" cercano (terrible delirio aruitectónico) y parece que está siendo desmontada más que destruida. La finalidad de todo esto es crear un espacio diáfano, destruir la fuente de la Plaza del Pilar (ahora no hay presupuesto para ello) y crear un inmenso espacio pilarístico, además de que el tranvía luzca más. No me parece una mala solución, siempre he sido un gran defensor de la inmensa Plaza actual. Veremos como queda. Os pongo una imagen de la antigua Puerta de Toledo y de los primeros desmontes, además de las grabaciones que tienen las plazas de alabastro y que seguramente acabarán en algún contenedor.
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