Vaya disgusto me llevé ayer, han traspasado el local mítico, especial y precioso de EL PALACIO DEL JUGUETE de Barcelona, una tienda maravillosa, una juguetería que se mantenía perfecta y preciosa como en su inauguración, allá en los años 30 del siglo pasado.
Su preciosas vitrinas curvas y tremenda cantidad de escaparates repletos de coches, camiones, figuritas y demás eran la delicia de niños y no tan niños, una maravilla. Estaba situado en pleno centro de la ciudad, al lado de la Catedral y el edificio de turismo, un local muy apetitoso que pronto estará ocupado por alguna franquicia impersonal. Tengo fotos del precioso Palacio que guardaré con cariño. Una gran pérdida para los amantes del juguete clásico y del comercio con solera y sabor.
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