Recuerdo perfectamente mi primer encuentro con Stryper. Un mercadillo en el pueblo de mi madre, la típica mesa de madera con casettes, muchos de ellos falsos con carátulas que eran burdas copias o fotocopias. Entre ellos uno me llamó la atención, por el inmenso pelo crepado de los rockeros que salían en la portada y por su bonito logotipo, hablamos de hace casi 25 años. Era un disco llamado To Hell with the devil, la casette sonaba fatal, infernal, pero aquella banda tenía algo. Después la cosa paso a los amigos y siempre, Stryper, con aquel poker de discos primigenios pasó a ser una de nuestras bandas especiales, por lo diferencial, por la calidad de sus componentes y por lo rotundo de sus trabajos.
Además, era imposible verlos en directo. De hecho tuvimos que hacer extraños viajes al sur de España y a Palencia, para poder verlos, luego se han prodigado más. Mi hermamo heredó esta banda que tiene en su pedestal, como bien lo merecen, y me pasa su última propuesta; "No more hell to pay".
El disco suena bien, poderoso, compacto, con muchos guiños al pasado... podría ser perfectamente un disco de entonces.... No tiene singles pero si recupera el sonido Stryper, tan preciso y lleno de bonitos coros que se habían perdido. Tengo la sensación de que la banda, como es natural y tras tantos años, anda desorientada en lo conceptual, es normal.... no hay mercado para este sonido, pero también es cierto que les sobra calidad para hacer discos honestos, limpios y muy escuchables. Lejos quedan los hits, la frescura de la guitarra serrucho nítida.... ahora todo está más producido, más cosido.... pero suena a Stryper.... a los reconocibles y queridos tipos de las rayas amarillas y negras. Escucho el disco con cariño y sin fanatismo, nunca volverá In god we trust, The Yellow and black attack o To Hell with the devil, pero suena estupendos, as usual.
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