Precioso este cuaderno/diario que vendían en el Rastro lleno de viejas estampas del pasado siglo, de aquellas que se utilizaban para juegos infantiles. Tal fue el éxito de estas imágenes que las marcas comerciales hicieron unas que publicitaban sus productos.
El efecto de las bellísimas piezas pegadas encima de las viejas hojas de caligrafía, su colocación y el conjunto que formas, en mi opinión, es de gran belleza.
2 comentarios:
Bonito, bonito
Una pieza exquisita, lástima de precio como siempre, se pasan mucho... un abrazo
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