No me lo podía creer pero lo reconocí con suma facilidad. Ayer encontré un pupitre del Colegio Agustinos, absolutamente inconfundible. Hecho con gran calidad, con toda la patina de un uso intenso, en perfecto estado de revista, con la clásica cajonera de barras, la estructura central negra con el típico desgaste .. tablero de extrema resistencia donde gasté millones de kilos de mina de lápiz en dibujos que inmediatamente se llevaba la goma de borrar... le pregunté al dueño de la almoneda y, efectivamente, provenía del nuestro querido colegio.... Cuando una cosa que tu has usado de forma habitual se convierte en pieza de anticuario es para empezar a reflexionar.
2 comentarios:
ja,ja,ja, los años pasan que es una barbaridad!
Bonita pieza, nosotros tenemos dos pupitres de esos que escribías en uno de los brazos de la silla. que recuerdos.
Vosotros debéis tener un almacén como El Corte Inglés, jajajaja.... la verdad que me gustó verlo pero prefiero no recordar algunas de sus sensaciones, no fui excesivamente feliz sentado en esos objetos.... un abrazo
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