Vaya decepción. Años con la fijación de visitar este "castillo" al lado del embalse de Yesa... si lo que busca uno es historia, aquí la encontrará pero muy maquillada y arregladita..... un edificio ficticio en perfecto estado de revista, alejado de las incomodidades de un auténtico castillo medieval peninsular, un elemento imaginario con aire acondicionado, maderas de calidad y vigas de acero. Todo en un estado impecable, casi nuevo diría yo.... bonito para hacerte una foto.... un espacio Jesuítico con un presupuesto generoso hecho para personas que buscan conocer y ensalzar la figura del santo Francisco Javier, todo un personaje, pero en el que pocos atisbos reales de la verdadera historia puede encontrarse en sus muros, dónde quedó la pátina del tiempo?.
Ya la propia estructura del castillo denota su falsedad y modernidad.... destruido casi en su totalidad y en propiedad de una noble familia hasta finales del XIX el Castillo es ahora propiedad de la Compañía de Jesús que lo mantiene impecable, como "de postal". Es un lugar importante para los navarros, de peregrinación y amor por el patrón.... me gusta especialmente la capilla del Santo Cristo (lo mejor del edificio con ese Cristo gótico y esos frescos de esqueletos) pero la sensación que me queda tras pasearlo es el de una pieza más de restauración ficticia e imaginaria al estilo de la Villa de Carcassone en Francia, algo muy propio de finales del XIX y del propio siglo XX.
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