Celso y Manolo. Si tuviera un bar le pondría un nombre así.... Paqui y Joaquín. Eduardo y Gregorio. Un par de nombres "antiguos", de esos que evocan el chato de vino, la salmuera, la caña bien tirada, el "una de bravas!", "bocata de calamares completo!", de esos que salían en las pelis españolas de los 50, con Manolo Morán jugando al dominó, Tony Leblanc contando una historia inventada, Pepe Isbert aparcando el taxi en la puerta con un "americano" turista, servilletas de papel, palillero, la barrica detrás, la barra alta con mármol blanco, el limpiabotas, las mortecinas bombillas de media luz, la crujiente sillería de madera y el viejo chapón de Coca Cola, además de una pizarra machacada de las de "callos con chorizo".
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