Más de dos décadas de abandono en pleno centro de la ciudad, 10.000 metros cudrados donde crece la maleza, anidan las palomas y las ratas campan a sus anchas. Los vecinos desesperados, el barrio diezmado, y como siempre políticos y constructores que no se ponen de acuerdo en "tienes que hacer algo para el barrio" y "esto es un negocio y quiero construir pisos".
Las monjas lo vendieron hace más de 20 años, la maleza y la decadencia impregna la zona, un barrio como éste, tan fenomenal, merece mucho más que paredes tapiadas.
Grafismo de localización: Heraldo de Aragón
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