De vez en cuando hay que aplaudir a esos comerciantes que, con buen gusto y mucho empeño, construyen en el escenario urbano nuevos comercios con todo el detalle y el cuidado que se merece. Con sus iniciativas hacen mejor la ciudad, el barrio y la calle donde desarrollan su actividad.
Esta bonita tienda de flores y plantas "El buen jardinero (floristería alemana)" según reza su rótulo, sita en los aledaños de la calle Arzobispo Morcillo, es un buen ejemplo de estilo y cultura, muyen línea del tradicional comercio europeo.
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