EL MILLONCETE, 15 AÑOS DÁNDOLE A LA CANICA

Este mes se cumplen 15 años desde que es humilde "chatarrero" de la información abrió este espacio. 15 años en este mundo digital es como hablar de la prehistoria, hablar de un blog casi como si hablas de una Olivetti, o de un periódico en papel, no generar interacciones con otras plataformas un sinsentido y el anatema para el tráfico, la viraliad, los likes, los expertos, los seguidores y todas esas jarandazas que me preocupan cero, jajaja, pero oigan, me sigue gustando, ¿para qué cambiar de local, barrio o ciudad cuando aquí está todo lo que me hace feliz?

Simplemente quiero daros las gracias a todos los que pasáis por aquí a visitar este viejo almacén de curiosidades, trasladar vuestros siempre ricos comentarios, trasmitir contínua ilusión, mejorar a todos por vuestras aportaciones y, aunque a veces solo sea saludar y pasar por la puerta de este viejo tenderete.

Gentes doctas me comentan sobre el formato, utilizar Instagram, Twitter, Tik-Tok, etc etc... y agradezco mucho su preocupación por llegar a más gente, pero ya lo he dicho muchas veces, este espacio no es un lugar de cantidad sino de calidad, o ese pretende ser, no busca recibir, sino entregar. Por aquí no pasean todos los días millones, si acaso un millar (que no está mal para este vetusto antro) pero de nivel premium (tal cual), con conocimiento, con cosas que decir, de los que se puede aprender y a los que es un gozo decir buenos días.

Gracias a todos los que dejáis vuestros comentarios, aprendo muchísimo, A aquellos que me habéis enviado incluso un pequeño tesoro, así lo valoro, como grandes tesoros, también a los que sabiamente corregís mis abundantes meteduras de pata, que no son pocas, a los dueños de los comercios que me mandan cariñosos mensajes o a los herederos de alguna empresa familiar que disfrutan al ver una pequeña reseña de aquel emprendimiento que al final desapareció de todos los sitios menos de su recuerdo.

También quiero dar las gracias a mi padre, por transmitirme la cultura del entretenimiento y el compartir la diversión de manera generosa, sin pedir nada a cambio (como él hacía, gracias Big Fish), a mi hermano, compañero inseparable de viaje, aficiones y disfrutes, los dos vamos juntos al mando de este viejo aeroplano, de mi querido Red Squad, los mejores amigos y personas, a todos mis colegas del día a día, a los perros del Póker, a Antonio el sabio del rock, a Jesús y Gutifa, a Hal y Akela, a Langsdorff, Pedro, Ruster, Gog, Amejiasg, Héctor, Chavi, Sergio, Alfonso, Alejandro, José Antonio, Mortadelón, Fidel, Elmelgares, Mariano Toys, Ferrán, Xavi, todos los coleccionistas de los rastros, a todos los cracks del coleccionismo y las diferentes disciplinas con sus blogs insuperables, a los amigos que están en España, Argentina, USA o el mismo Tokio, a mis compas de curro, a mis buenas amigas que tanto saben, a todos. Y a mi chico y mi mujer que francamente, no se cómo me soportan con tantas tonterías en la cabeza. Y a todos los que espero me perdonen por no nombrarlos.

El Milloncete sigue, pero sigue porque me sigo divirtiendo, me sigue dando alegría y vida. Y esto es como cuando viajas, ya no importa tanto a dónde lo haces sino con quién, y aquí lo divertido del viaje es ir bien acompañado.

Recuerdo que en aquel lejano 2007 todavía me calentaba con algunas cosas que el tiempo las ha tornado intranscendentes, como el trabajo, la política o las valoraciones de tal o cual cosa. He abandonado la opinión, más que nada porque a nadie le importa mi opinión ni importancia tiene, creo que es más interesante mostrar, poner en la palestra las cosas que hay y que cada uno construya su propia realidad, porque la realidad no existe, está en la cabeza de todos nosotros. Tengo mi opinión sobre Putin, pero la considero intranscendente, pero me parece interesante mostrar lo que pasa en Lisboa, Berlín o en las calles de Toronto a la hora de expresar un sentimiento hacia este caballero de dulce mirada, ahí está mi labor.

Sigo con los juguetes, con el coleccionismo, con lo bizarro, el patrimonio gráfico, el cine, el tebeo o algún libro que otro. Sigo con los coches, la arquitectura o el desastre patrimonial español que no tiene remedio. Sigo con mi vieja y cada vez menos "especial" Zaragoza, querida y amada pero dolorosa, sigo con el diseño, los dibujos animados y las exposiciones que me emocionan, sigo viajando y mostrando esa otra óptica de los lugares que visito, sin erudición pero buscando lo diferente, sigo con la historia, la ilustración y el dibujo, sigo con el rock y con KISS, sigo con la publicidad y con lo retro, con el mobiliario y la decoración que me resulta de interés, sigo con Bruguera, con Ibáñez, con Vertice y con López Espí, con Estudios Moro, Bimbo, Wolfman, Drácula, la Hammer, Mego o Madelman, sigo con Conservas Saz, Airgam, Cropán, Congost o Geyper. Sigo con Ibercaja, CAI, y Don Pedrito, con Morcillón, Babalí y Rompetechos, con Tintín y con Reg Parlett, con Manolo Vázquez y con Escobar. Sigo con Berlanga, Vittorio de Sica, Fellini o Ettore Scola, con Gino Gavioli, Tesla, Totó y Tatí, con Matchbox, Anguplás, EKO y Nacoral, con Tío Gilito, Tostaval, Scalextric y con el Oriental de Daroca... y sigo con muchas cosas que ahora en este momento no me vienen a la cabeza, pero como Joe Rígoli: "YO SIGO". 

Vamos, que a estas alturas de la vida, no voy a cambiar mucho de rumbo, viejo y rígido cascarón.

Aunque nuestro mundo, nuestro rock, nuestros referentes, cine, universo pop, poco a poco se apagan o desaparecen, todo, digo todo, queda todavía por descubrir y compartir. Sigo siempre con la puerta abierta, recibiendo a nuevos universos, amigos y visitantes a que nos cuenten su historia, su relato del que siempre salen nuevas líneas de emoción y conocimiento... y sigo contando las anécdotas del devenir diario por el mundo de la curiosidad y la observación por el que transito todos los días, sin falta.

La canica sigue rodando por el viejo Milloncete, clinc clinc clinc.