Un maravilloso ejemplo que me gusta encontrar por Europa y del que als instituciones españolas, nacionales y locales, debería tomar buena nota. En Italia son los maestros de estas cosas.
Una tienda de moda de alta calidad, en Bolonia, en una zona de mucho tráfico, catalogada y entiendo cara. Pues ahí tienen ustedes el viejo rótulo de A. Baraldi, un lugar en el que seguro, durante decenios, los ciudadanos compraron buenas viandas que llevar a la mesa. Lo que más me fascina de este claro ejemplo de sensibilidad y cultura patrimonial es que la vieja pieza comercial está dañada y curtida por los años, el óxido y la intemperie, pero la historia es la historia, la ciudad es la ciudad y si algo tienen Bolonia, como Siena, Florencia, Parma, Lucca y tantas otras ciudades italianas, es respeto y cuidado con el transcurso histórico de su comercio, ya convertido en cultura y autoestima.
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