Casi un mes sin acudir a mi querido e irregular rastro zaragozano de San Bruno... he pasado un divertido rato y saludado a los vendedores. De precios no hablo, siempre sorpresas, pero sí había alguna pieza interesante, como la guía almanaque de Ibercaja y, por supuesto, esa soberbia caja de madera llena de soldados de plomo con un tanque de chapa de los que quitan el hipo. No he pedido precio, me ha bastado con tocar esas motos de los años 20 y ese soberbio tanquecillo. Bonito ver ese Fort Apache.
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