La Iglesia de Santa Mónica de Zaragoza, valorada en algúna ocasión entre los diez edificios más feos de España y conocida coloquialmente como la cafetera, la chocolatera u otros recipientes del hogar, es un trabajo de mediados de los 70 que, en su momento, fue muy bien acogido por la ciudadanía como una intención moderna de acercar la Iglesia hacia códigos más modernos.
Los años no la han tratado bien y su legado está quedando en la nada. Alguno hablan de arquitectura espacial, otros del OVNI, otros más de La Casa Futuro de Matti Suuronen (qué más quisieran), yo la entiendo como un edificio interesante, bien encajado en su espacio, bien intencionado, con un espacio diáfano que ayuda al ministerio para la que fue creada, hecha con materiales sencillos y económicos. Un edificio valiente sin duda.
Desconozco el arquitecto, indagaré. Me gustan especialmente los confesionarios, las pequeñas pilas de agua bendita y la correosa verja. La parte superior OVNI es interesante, y pide a gritos interestelares una luz led interplanetaria que avance el aterrizaje del Nuevo Salvador.
2 comentarios:
Coincido, solo he estado una vez, en una boda y es realmente fea.
Yo no la considero fea, para nada, me resulta interesante, un ejemplo curioso de arquitectura singular... abrazos
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