Cita anual con el gran Furillo, siempre humilde y siempre accesible. El zaragozano, un tipo único al que tengo sano aprecio, se nos calza en este salón un tiki espacio hecho con cartones reciclados de IKEA (bravo), su gorrico mejicano de alguna fiesta local y todo el talento desparramado en el mostrador.
Número 8 de Palmeras & Puros a la buchaca, con su disco pertinente, camiseta de qualitè, risas y, por primera vez, una foto para la posteridad. Ya saben ustedes que no soy de mostrarme en este espacio pero en esta ocación, por el cariño y admiración que tengo hacia este más que majo tipo local, lo hago. Si hubiera nacido en San Diego, Furillo estaría haciendo locuras con Derek Yaniger y compartiendo mostrador en la Comicon.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo, con cada una de tus palabras Antonio. Ayer viernes tarde, me acerqué con unos amigos, a saludar y comprar esas joyas, que solo el Gran Furillo, sabe dibujar como nadie... Tío sano y campechano, como pocos. Larga vida al Gran Furillo y fuerte abrazo para vos.
Es un crack y lo tenemos en casa, abrazos!
Publicar un comentario