PLATILLOS, TORPEDOS, NAVES ESPACIALES Y ROCK´N ROLL

ACE FREHLEY en Zaragoza en 1997. Fotografía original.

Un querido amigo me recuerda, con acierto, que una desaparición como la de Ace Frehley no es como otra triste ausencia, es algo más, y tiene toda la razón, Ace era familia.

En 1980, cuando descubrí a KISS me encontré con un grupo de superhéroes, como podrían ser perfectamente Los Vengadores pero que, además, tocaban la música que me gustaba. Fui muy pesado, amigos y familia me tuvieron que sufrir, de hecho hoy he recibido mensajes de multitud de personas lo que me hace reflexionar que vinculan a la banda conmigo y eso, que quieren, me encanta. Ya se sabe que a cierta edad las bandas o sonidos que disfrutas te van a acompañar toda la vida, yo tuve la suerte de vivir  un momento de esplendor creativo planetario y los hijos de aquella época somos bienaventurados porque mamamos del punk, del hard rock, del glam, del heavy metal, de Bowie, Queen, Sex Pistols, Ultravox, Parálisis Permanente, la ELO, Bee Gees, Rainbow, DIO, David Lee Roth, Supertramp, Mike Oldfield, Iron Maiden, Mötley Crüe, Van Halen, Black Sabbath, ACDC, Journey, Rush, Frank Zappa, Cheap Trick y decenas y decenas de bandas, músicos, solitas y genios.... y nuestra familia, KISS.

Porque KISS estaba en otro nivel, ya me perdonarán, andaban ahí en una especie de olimpo al que no alcanzaban otras bandas, tanto en lo visual, en el merchandising, como en lo musical. Para un chaval amante de lo estético, lo disruptivo y de el sonido potente del rock eran como la perfección. Cada disco, un elemento icónico, excepcionalmente trabajado, sideralmente preparado para ser puesto en un altar.

Muchos culturetas clásicos de rock tacharon, tachan y tacharán a KISS como un grupo de shock-rock, circo musical, etc.... amigos, este discurso es más viejo que el charleston. Que se escuchen los discos de KISS con Ace Frehley y luego me cuenten, han envejecido como el mejor de los vinos, limpios, verdaderos, eclécticos, divertidos, como en el mejor de los restaurantes. Pobres, lo que se pierden

Me encontré con aquella banda de héroes enmascarados y lo flipé, pero bien, más con aquel disco, Unmasked, del que Paul Stanley no está muy orgulloso y que yo tengo, junto a Destroyer y Dynasty, en mi top 3. Mi componente de la banda preferido siempre fue Paul Stanley, las cosas como son, Gene me parecía excesivo, demasiado ruidoso y algo tosco, que lo es, Peter estaba allí como esperando que pasara algo, más comedido, y por detrás andaba un tipo medio alucinado, inquietante, con mirada como ausente, que echaba humo de la guitarra, disparaba cohetes, tocaba de maravilla y parecía que, en cualquier momento, iba a caer electrocutado, Ace Frehley. 

Esta banda sacaba un cómic con Marvel y en la tinta de imprenta vertían sangre de los componentes del grupo, el bajista lanzaba fuego por la boca y vomitaba sangre y el batería ascendía a los cielos en una plataforma neumática mientras unos tigres soltaban luces por los ojos, eso, en los 70, era la pera. Un tal Bill Aucoin era la mente pensante detrás de todo este trabajo publicitario y de promoción esplendoroso que luego miles, digo miles de bandas, han copiado y pegado, lo siguen haciendo y lo seguirán haciendo para diversión y lisonja de millones de personas. "Ante todo no aburras", que se lo digan a los amigos del grunge. Pero ojo, detrás discazos eh? Ésto es como un buen tebeo, si el dibujo está muy bien pero la historia es una castaña la cosa no rula.

Cuenta la leyenda que en la audición que hizo Stanley y Simmons buscando guitarra apareció un tipo con una zapatilla naranja y otra roja, de hecho parecía un vagabundo. Ace decía que salió corriendo de casa y que no se dio cuenta de lo que se ponía, pues eso. Luego la audición fue memorable. Un poco por aquí iban las cosas. Ni tenía estudios, ni sabía música ni era virtuoso, pero tenía esencia y alma, algo que solo algunos tienen, quizás el haber sido roadie de Hendrix ayudó, no lo se. Pero cuando no estuvo nos dimos todos cuenta de lo importante, capital, que era.

Eran capaces, en el lejanísimo 1978 de sacar a la vez cuatro discos, digo cuatro, uno hecho por cada miembro (obsesión de Simmons por ser como los Beatles que todos cantaban y componían), sacar cuatro discos buenos y ahí, es cuando Ace, siempre opacado ante el micrófono dijo "aquí estoy", y todos dijimos, el tipo ha hecho el mejor disco de los cuatro y Stanley, siempre celosón (gran disco en solitario de Paul) pensó, "joder con Ace". Me temo que ahí se empezó a mascar la tragedia.

La historia es que este caos de las seis cuerdas ya andaba, en 1980 cuando yo conocí a la banda, un poco dando tumbos en la factoría pánzer de Simmons y Stanley. Para quienes no lo sepan, tanto Gene Simmons como Paul Stanley provienen de familias judías donde la disciplina de trabajo, la gestión empresarial, la puntualidad y la tenacidad son valores consagrados, pero el bueno de Ace estaba en las antípodas de todo aquello y para aguantarlo pues pasó lo que pasó, evasión, malos hábitos y destrucción. Tenía talento y era creativo, y no hay nada que sea más dañino para el talento que el control y la desconfianza, creo que no lo supieron gestionar al muchacho, bien llevado hubiera sido imparable pero quisieron convertir al pavo real en un pingüino y eso suele acabar mal, o muere el ave o se va volando a otros lugares.

Los mejores discos de KISS en mi opinión, son con Ace. Pues sí, ¿por qué? por que era creativo y talentoso y aportaba de lo que los otros carecían. Simmons es visionario, emprendedor y un gran ladrón de talento, lo sabe, inteligente y con olfato, Paul se cree un portento en todos los aspectos (es uno de los mejores frontman de la historia) pero no se deja ayudar, es un controlador nato, se piensa que tiene el don de la verdad y, como buen inseguro que es, no gusta de rodearse de los mejores que le puedan hacer sombra, sino de los más obedientes. Imaginen ustedes a Criss y Frehley en semejante empresa, pues un desastre, un par de outsiders que en cuanto podían se partían de risa, entre mofa y mofa, de las serias y profundas reflexiones vitales de sus compañeros desmontando todos sus argumentos, no se tomaban en serio a sí mismos ni entendían que sus devaneos sobre el sentido de la vida tuvieran el mínimo interés y eso es una bomba de relojería en KISS INC.

Ace hizo canciones inolvidables, Talk to me, Torpedo Girl, 2000 Man, Hard Times, Save your love, Shock me, Getaway, Rock bottom, Two sides of the coin, Parasite, Strange ways, Comin home, Cold gin, Dark Light, Escape from the island, Into the void, todo el disco en solitario es formidable, su discografía en solitario más que buena, Rocket ride, en fin, una delicia.

La prueba está que KISS tira de aquella época, como hace Maiden, Saxon, Cheap Trick o el sunsunkorda, es el jamón. Cuando se fue Ace nos dimos cuenta del drama, visual, conceptual y sonoro... se había roto el karma, era como un sin Dios, hasta que llegó el Unplugged (gracias señor) y el imperfecto Psycho Circus (pequeño momento de luz) y aquel reencuentro que tuvimos la alegría de disfrutar en los conciertos formidables de la vuelta de la banda original. Aquellas giras de finales de los 90 principios de los 2000 fueron divinas, cortas, pero divinas, pese a todo. Ver a los cuatro juntos un deleite, nunca las olvidaremos. Cuando volvió a irse, de nuevo retornó el tedio compositivo, pero el maquillaje y el inmenso talento del Demon y Starchild ayudó a hacerlo disfrutable con alucinantes directos (vaya shows épicos), era cuestión de mirar solo a los jefes y disfrutar como un enano, vaya trabajo impecable el de Gene y Paul, me quito el sombrero. Los clones, trabajadores, puntuales, confiables y controlables, pero sin magia. Es una pena no haber tenido a Space Ace en los montajes fantásticos de la última época, una penita galáctica. Eso sí, cada palo que aguante su vela, si KISS ha existido hasta no hace mucho es por Paul Stanley, por su empeño, esfuerzo, inteligencia y carisma.

Recuerdo un concierto que fuimos a Londres a ver a Ace, creo que en 2008. La madre que lo parió, que concierto se metió entre pecho y espalda, inolvidable, Ace era rock. Yo pensaba tras verlo: "lo metes a éste, en la forma que está, con los otros dos y nos morimos de placer".

Su influencia es tremebunda, la de él y la de KISS, y miles, digo miles de guitarristas, con peor o mejor suerte, tocan la guitarra por el tipo del espacio, solo por eso ya hay que arrodillarse ante su legado.

Tengo mi colección de púas conseguidas en conciertos, a base de empujones, suerte y horas de búsqueda entre las que se perdían entre la multitud. Y hay tres que guardo juntas, siempre juntas. Quizás no son los mejores guitarristas de la historia del rock, ¿o sí?, uno seguro que sí, y es la don Edward Van Halen, don Ace Frehley y don Rick Nielsen, son mis guitarras, los que me acompañan desde hace 45 años, son los referentes, con sus luces y sombras.

Estaría hablando horas de Ace, lo he dibujado mil veces, hasta me disfracé una vez de él en el colegio, y creo que lo he hecho (disfrazarme) 4 veces en mi vida, lo odio profundamente. Me puse un maillot negro, un top de mi hermana, una faja, un pelucón, maquillaje miserable y unos calcetines grapados (que dolor más poderoso aquél) a unos tacones de plataforma que me destrozaron los pies, me había convertido en Ace Frehley, era Spaceman y la gente flipó.

Suena Torpedo Girl en el random kissiano...

"Torpedo girl, let´s take a dive, torpedo girl, and feel alive".